Hace ya algún tiempo, bajo esas estrellas en cruz que guían a los barcos en el sur del mundo, pude escuchar en muchas ocasiones los temas de don “Ata”. Desde Tafí del Valle hasta Humahuaca los paisanos rodaban una silla a la puerta de la casa, cuando la noche se cerraba, animados tal vez por la calidez que traía el zonda y compartían sus guitarreadas con cualquiera que las aceptase. Las cuerdas de la guitarra de Atahualpa Yupanqui parecen a veces las mismísimas venas de la tierra, porque este es un trovador pegado al campo, al gaucho, a la soledad del camino…
Un placer encontrarlo de la mano de un grande tan grande como Cortázar.
Un placer encontrarlo de la mano de un grande tan grande como Cortázar.
Al árbol ya cortado
no lo claves en tierra
porque su copa seca
no engañará a los pájaros
Al río que discurre
No le levantes diques
Porque en el aire libre
Cabalgarán las nubes
Al hombre desterrado
No le hables de su casa
La verdadera patria
Caro lo está pagando
El árbol ya cortado
El río que discurre
El hombre desterrado
Caro lo están pagando
Poema de Julio Cortázar
Música: “El Testamento de Amelia” melodía anónima catalana
Interpretado por Atahualpa Yupanqui.
1 comentario:
Que joya de la poesía.
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