domingo, 18 de abril de 2010

Vuelos de mariposa...


Annabel Lee

Dicen que Virginia Clemm —su prima de trece años con la que contrajo matrimonio y vivió enamorado hasta su muerte— era la única que mantenía a Poe conectado con el mundo real. De todos es sabido que “Annabel Lee” arrastra la sombra alargada de aquella niña que también a él lo hizo niño. Es curioso como la obra de Edgar Allan Poe ha influenciado en la música de muchos grupos de rock duro o heavy, de cuyos abundantes ejemplos no daremos hoy ninguna cuenta. Me quedo, nos quedamos, con el tema de Radio Futura, que lleva el mismo nombre que el poema, cuyo sentido siempre me ha conmovido. Mírenle bien a los ojos, no me digan que no son los de un niño…
(Por cierto, como un pequeño regalo a nuestro amigo Ignacio Cisneros, publicamos también el poema original en inglés).


Fue hace muchos, muchos años,
en un reino junto al mar,
donde vivía una doncella que tal vez conozcáis
por el nombre de Annabel Lee;
y esta doncella vivía sin otro pensamiento
que amarme y ser amada por mí.

Era una niña y yo era un niño,
en aquel el reino junto al mar,
pero amábamos con una amor,
que era más que amor,
yo y mi Annabel Lee;
con un amor que los alados serafines del cielo
nos envidiaban a ella y a mí.

Y esta fue la razón de que, hace tiempo,
en aquel reino junto al mar,
surgiese un viento de una nube, helando
a mi hermosa Annabel Lee;
así que acudieron sus parientes de alta cuna
y la alejaron de mí
para encerrarla en un sepulcro
en aquel reino junto al mar

Los ángeles, ni la mitad dichosos en el cielo,
nos envidiaban a ella y a mí;
¡Sí! Esa fue la razón (como todos saben,
en aquel reino junto al mar)
De que surgiese el viento de una nube, una noche,
helando y matando a mi Annabel Lee

Pero era nuestro amor mucho más fuerte que el amor
de los que eran mayores que nosotros,
de muchos más sabios que nosotros,
y ni los ángeles del cielo allá arriba
ni abajo los demonios, bajo el mar,
podrán jamás separa mi alma del alma
de la hermosa Annabel Lee

Pues la luna nunca luce sin traerme sueños
de la hermosa Annabel Lee;
y así, durante toda la noche yazgo tendido al lado
de mi amada, mi amada, mi vida y mi desposada,
en aquel sepulcro junto al mar,
en su tumba junto al sonoro mar.



It was many and many a year ago,
In a kingdom by the sea,
That a maiden there lived whom you may know
By the name of ANNABEL LEE;
And this maiden she lived with no other thought
Than to love and be loved by me.

She was a child and I was a child,
In this kingdom by the sea;
But we loved with a love that was more than love-
I and my beautiful Annabel Lee;
With a love that the winged seraphs of heaven
Coveted her and me.

And this was the reason that, long ago,
In this kingdom by the sea,
A wind blew out of a cloud by night,
Chilling my Annabel Lee;
So that her high-born kinsmen came
And bore her away from me,
To shut her up in a sepulchre
In this kingdom by the sea.

The angels, not half so happy in heaven,
Went envying her and me-
Yes!- that was the reason (as all men know,
In this kingdom by the sea)
That the wind came out of the cloud,
Chilling and killing my Annabel Lee.

But our love it was stronger by far than the love
Of those who were older than we-
Of many far wiser than we-
And neither the angels in heaven above,
Nor the demons down under the sea,
Can ever dissever my soul from the soul
Of the beautiful Annabel Lee.

For the moon never beams without bringing me dreams
Of the beautiful Annabel Lee;
And the stars never rise but I see the bright eyes
Of the beautiful Annabel Lee;
And so, all the night-tide, I lie down by the side
Of my darling- my darling- my life and my bride,
In the sepulchre there by the sea,
In her tomb by the side of the sounding sea.


Tema de Radio Futura inspirado en el poema Annabel Lee de Edgar Allan Poe

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