miércoles, 13 de mayo de 2009

Vuelos de mariposa...

No te quiero sino porque te quiero

La voz melancólica de Antonio Vega nos llegó a través de Nacha Pop en aquellos años de la “movida madrileña”, los cuales están pegados a nuestros recuerdos con una cinta adhesiva milagrosa (en especial para los que como yo, vivíamos en el foro. La sala Jácara, donde el grupo se disolvió oficialmente, estaba a sólo tres calles de mi instituto). Gracias a la musicalización de aquel tiempo, cuando escuchamos arrancar los acordes intempestivos de “La chica de ayer” en la penumbra de algún bar, sentimos desde esta primera madurez, que la vida nos sigue caminando por las venas.
A veces pienso que para ellos (Los intérpretes de aquellas canciones gloriosas como Enrique Urquijo y Antonio Vega) fueron años de excesos, cuando pensaban que la muerte era la de los otros. “Andar sin avanzar, caminar, tropezar, beber otras diez…” decía Vega en “Grité una noche”. Ahora la vida parece cobrarle una factura tan injusta como anunciada. Y nosotros, meros espectadores, tenemos la sensación de que se nos muere un poco el pasado...
Decía Antonio Vega que sus temas eran “poemas adaptados a la música”, tal vez por eso compuso canciones de mucha calidad y pocas ventas. La poesía no es un buen producto de marketing para las masas. Y quizás por eso mismo se prestó a colaborar en un homenaje a Pablo Neruda poniéndole música y su sello inequívoco al Soneto LXVI, No te quiero sino porque te quiero.
Vuelen estas palabras sobre las alas de nuestras mariposas en memoria del aquél que ayudó a fabricar la banda sonora de nuestra vida.


No te quiero sino porque te quiero
y de quererte a no quererte llego
y de esperarte cuando no te espero
pasa mi corazón del frío al fuego.

Te quiero sólo porque a ti te quiero,
te odio sin fin, y odiándote te ruego,
y la medida de mi amor viajero
es no verte y amarte como un ciego.

Tal vez consumirá la luz de enero,
su rayo cruel, mi corazón entero,
robándome la llave del sosiego.

En esta historia sólo yo me muero
y moriré de amor porque te quiero,
porque te quiero, amor, a sangre y fuego.

Letra: Pablo Neruda (Soneto LXVI)
Música: Antonio Vega



1 comentario:

carmen jiménez dijo...

Precioso homenaje a Antonio Vega este que has hecho. Me sumo a ese pasado que aunque se nos muera un poco en cada nota musical y en cada verso, siempre será el nuestro.
Un besazo